Jesucristo el orgullo de Dios

 DEL VERDADERO PADRE:

Durante 4.000 años, incontables antepasados antes que nosotros han venido a esta tierra y han luchado contra Satanás. Por la voluntad de Dios de enviar al Mesías, incontables santos lucharon con Satanás. Sin embargo, no pudieron someterlo. Aunque lucharon con Satanás durante 4.000 años, no pudieron conquistarlo y ponerlo de rodillas, pero cuando Jesucristo vino a esta tierra, finalmente conquistó a Satanás y lo hizo someter. ¿Con qué puso Jesús a Satanás de rodillas? Él lo sometió con el principio del amor del cielo. Tienes que entender esto. Lo que los cristianos tenemos que entender hoy es que lo único que funciona en subyugar a Satanás es el principio del amor.

¿Qué clase de principio es el principio del amor? Aunque muchas personas han pasado por la tierra, Jesucristo es el único hijo al que Dios amó profundamente. Por lo tanto, cuando miramos los treinta años de vida de Jesús, no hay un minuto de ella que no manifieste su piedad filial. Su vida diaria delante de Dios era algo que no podía ser quitado ni por un instante, de noche o de día, porque agradaba completamente al corazón de Dios. Su vida era un ejemplo de piedad filial que cuando Dios miraba hacia abajo decía: "En la tierra, no hay nadie más que tú solo. "

La determinación singular de Jesús en su corazón era tal que incluso si todo en su vida fuera a perecer, él iba a vivir por el bien de Dios. No tenía otro deseo que cumplir al máximo su misión como Salvador de toda la humanidad, incluso si eso significaba que su cuerpo físico sería descuidado. No tenía otro deseo que el que gritaba: "¡Padre! Con la destrucción de mi propio ser, me convertiré en el hijo de la devoción filial, la encarnación del amor que has buscado durante 4.000 años y en tu hijo amado que puede devolver el amor a Ti

Por esta razón, incluso si cientos de millones de personas insisten en que Jesús no es el hijo de Dios, Dios no puede estar de acuerdo con eso. Nadie puede bloquear el poder de la relación padre-hijo que ha llegado a ser el centro del cielo y la tierra y está ligada al amor de Dios. Incluso en el solitario lugar en la colina del Gólgota donde Jesús llevó la cruz. Jesús sabía que la voluntad de Dios habitaba en ese lugar y entendió bien el corazón de amor del Padre, que llevaba 4.000 años esperando.

(Extractos del sermón del Rev. Sun Myung Moon "Jesucristo, el orgullo de Dios" del 16 de mayo de 1956)